Cristo con Todos
Meditante, cierra tus ojos, relaja
tu cuerpo y aquieta tu mente, toma una respiración lenta y profunda y exhala de
tu cuerpo toda carga de inquietud, ansiedad e intranquilidad y prepárate para
el ejercicio de meditación. Toma una
segunda respiración, centra tu atención en tu cuerpo, permite que se relaje y a
su vez aquieta tu mente, concentra tu atención en tú respiración, recorre
mentalmente cada parte de tu cuerpo y relaja aquella zona donde todavía
sostienes tensión, toma una tercera respiración, lenta y profunda y termina de
alcanzar ese estado de quietud y paz interior, tu mente serena y tu cuerpo
totalmente relajado.
Meditante
observa dentro de ti una luz, luz que brilla y resplandece en tu interior, es
una luz que ilumina todo tu cuerpo, cada rincón, cada espacio de tu organismo
se encuentra iluminado por tu luz interior. Esta luz representa tu Esencia,
misma que da vida y consciencia a tu cuerpo físico.
Meditante
reconoce en está luz a tú Esencia de Ser; identifícate con ella y con el solo
hecho de observarla le das más intensidad a su brillo; lleva esta luz a cada
célula de tu cuerpo, a cada órgano, a cada glándula, a cada hueso y musculo de
tu organismo. Llénate de la luz que da la capacidad de existir, de ser y estar,
meditante date cuenta que en tu más íntima naturaleza eres luz, desde esa luz,
puedes ver ahora una nueva realidad, una realidad impregnada con la consciencia de la Esencia Divina que hay en
ti, ahora tu mente la conoce y podrás plasmar esta realidad en tu vida, en cada
momento, en cada situación, en cada experiencia. Mi nueva conciencia de vida
ahora es: desde el conocimiento de la esencia Divina.
Coloridos acordes y armonía de colores palpitan en
el interior del cuerpo de donde re-nacerá el Cristo interno que subyace en tu Esencia
de Ser. La perfección de la divinidad se proyecta sobre ti, en forma de un haz
de luz arcoíris, que ilumina todos los rincones de tu cuerpo y corrige todo
desorden en los físico, emocional, mental o espiritual, que ha quedado como
huella o memoria de tu pasado humano.
La ansiedad, la angustia, el miedo y la
infelicidad, apresan a la Esencia en tu cuerpo de humano, con una limitada consciencia
que ensombrece y oculta para ti, el reino de Dios que el Cristo interno
representa.
Ya es la hora del despertar, el tiempo se ha
cumplido, la nueva luz debe iluminar a la Esencia que decidió dormir durante su
transición por el plano humano, fue la única forma de estar aquí, dentro de las
situaciones humanas, muy distintas al reino de Dios de donde ella procede y
permanecer inmaculada.
Recuerda que tú en Esencia eres luz, luz que
engendro el hálito de Dios, quien te hizo nacer como Esencia divina. Esencia
que aprendió la naturaleza de ser, saber y sentir. Esencia que quiere aprender
a Amar. Esencia que reconoce su imperfección y decide volver a crear en ella la
luz de la consciencia que le permita re-encontrar su condición excelsa de supra
humano.
Sabes que debes buscar en lo más íntimo de tu Ser
Interno una joya, misma que simboliza la presencia del gran Avatar, quien guio
tus pasos por el plano humano, joya que refractara el haz de luz arcoíris que
tu SER envía para purificar su materia y prepararla al renacimiento de Cristo
en él o en ella.
Tu eres un individuo que has encontrado la
felicidad y la paz en todas tus acciones, eres coherente con la Esencia Divina
que ya eres, tratas de permanecer consciente de ti mismo, con la intensión de
solo ser luz en un plano de oscuridad. Sabes de la necesidad de integrar a tu
labor diaria la sensibilidad de Alma, la sabiduría del Espíritu y el poder de realizar
de tu Ego Sum. Reconoces en ti la trilogía divina y das el primer paso de
renacer en Cristo tu nueva espiritualidad.
Deja que la luz ilumine todo tu cuerpo: cada
órgano, glándula, tejido, musculo y hueso corporal. Todo resplandece en la
perfección que le transmite la irradiación Divina, irradiación Divina que ahora
destella en ellos.
La salud será la constante en ti, la seguridad y
la certidumbre ennoblecen tu corazón que brillara con luz propia en cada
espacio de servicio que te ubique tu SER. La sensibilidad del Alma te dará
entrada en los pensamientos y sentimientos de quien ayudes, la sabiduría del
Espíritu te entregara las herramientas para la sanación y el poder de Ego Sum
te otorgara la capacidad de crear la luz en tu corazón.
Solo en el silencio de tus pensamientos de humano
podrás escucharas la voz de tu creador, quien te invita a observar la luz que
hay en tu interior y hagas manifiesto la presencia de Cristo en ti,
manifestación que colma tu Esencia de Ser con la verdad, verdad que anuncia l existencia
de una sola realidad, la que vive tu SER CREADOR.
Meditante no dudes, solo déjate llevar por la certidumbre
que señala el camino de la realización interior al aceptar la presencia de
Cristo en ti. Dale tu corazón para que lo colme de amor, dale tu mente para que
le llene de sabiduría, dale tu esencia para que la impregne de su presencia.
Cristo en ti y tú en él. Es la culminación de tu fase de humano y el umbral de
tu reconexión con tu SER.
Meditante ayuda a cuantos puedas a reencontrase
con Cristo, déjales saber tu experiencia, llénalos de seguridad y confianza
para reiniciar el camino de la verdad, se tú el guía y señálales el camino de
la reunificación que será la Luz que nos ilumine y manifieste la presencia de Cristo en Todos.
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