miércoles, 26 de septiembre de 2018

Caricias


CARICIAS

"Quien te acaricia con su mirada, conquistara tu espíritu..." M Galindo.

La neuroplasticidad es la capacidad que tiene tu cerebro para renovarse. Sin importar tu edad, desarrollas nuevos circuitos con cada estímulo del entorno y con tus intenciones conscientes, llevándote a nuevos niveles de pensamiento.

Así, la inteligencia de tu cerebro elimina lo viejo para darle espacio a los nuevo. Representa desaprender (podar) y aprender (generar), superando tus limitaciones, para ir más allá de tus circunstancias y condiciones actuales.

La "neocorteza" define la arquitectura del cerebro. Al procesar los conocimientos y tus experiencias te permite analizar, aprender, crear, comunicar, innovar y planear, almacenando la información sensorial como la escuchaste, como la observaste o la sentiste en la realidad.

Reúne los conocimientos en forma de hechos (información semántica como concepto, ideas y teorías). Con estos incorpora nuevos circuitos y conexiones sinápticas.

Tras aplicar los conocimientos adquiridos crea una nueva experiencia, formando estructuras de redes neuronales. Éstas reforzarán los circuitos con los que aprendes intelectualmente.

Los conocimientos son para la mente.

Todos los conocimientos y palabras son los precursores de las experiencias, tu neocorteza es capaz de procesar las ideas potenciales  que nunca has experimentado, para que las apliques en el futuro.

Cuando tienes nuevos pensamientos, inician los cambios de conductas que te llevan a hacer algo distinto. Así estarás preparado para la ocasión, gracias a ello lograrás nuevos resultados. Al alterar tus actos, conductas y rutinas ocurrirá algo diferente de los habitual, generando nuevas experiencias y situaciones en tu vida.

Una nueva situación genera nuevas emociones. Al vivir esta nueva experiencia tus sentidos le envían a la neocorteza la información del entorno, es cuando tus redes neuronales se organizan, sincronizan y registran el acontecimiento. Estas experiencias enriquecen más a tu cerebro que el conocimiento adquirido.

Como respuesta a esta nueva experiencia, tus redes de neuronas se activan y tu cerebro emocional (límbico) produce y secreta sustancias químicas, creando una huella que refleja las emociones que viviste.

Tus emociones son producto de las nuevas experiencias. Cuando las vives, envías señales a tu cuerpo para que almacene eses episodio químicamente, así encarnarás lo que estás aprendiendo.

Este proceso límbico registra tus experiencias a largo plazo, recordándote lo que sentiste emocionalmente cuando ocurrió.

Cada quien está marcado, especialmente por las experiencias con gran carga emocional. Quienes se han comprometido pueden dar con lujo de detalle en dónde se encontraban " Era la única mes al centro de un gran jardín, iluminada por la luna llena y una velas. Tras hincar una rodilla le declaró su amor y brindaron por su unión con su vino blanco favorito".

Un instante distinto de lo habitual generó un equilibrio químico que su yo memorizó por lo que oyeron, vieron y sintieron. Despertaron de su rutina habitual. Los estímulos del entorno bombardean al cerebro, le hacen pensar, sentir, ver y vivir diferente.

Una caricia es la experiencia que enciende las emociones en tu cerebro.

Acaricia a tu pareja,  familiares y amigos con experiencias encantadoras; estimula y conquista sus emociones y sentimientos compartiéndoles una bebida, los sabores de la comida, buenas lecturas y música, viajes mágicos y experiencias de atención inolvidables. Aprovecha el tiempo, si lo dejas de usar lo desperdicias.

Un Ser Consciente crea experiencias para transformar la vida quienes le rodean.

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