CARICIAS
"Quien te acaricia con su mirada, conquistara tu espíritu..." M Galindo.
La neuroplasticidad es la
capacidad que tiene tu cerebro para renovarse. Sin importar tu edad,
desarrollas nuevos circuitos con cada estímulo del entorno y con tus
intenciones conscientes, llevándote a nuevos niveles de pensamiento.
Así, la inteligencia de tu
cerebro elimina lo viejo para darle espacio a los nuevo. Representa desaprender
(podar) y aprender (generar), superando tus limitaciones, para ir más allá de
tus circunstancias y condiciones actuales.
La "neocorteza" define
la arquitectura del cerebro. Al procesar los conocimientos y tus experiencias
te permite analizar, aprender, crear, comunicar, innovar y planear, almacenando
la información sensorial como la escuchaste, como la observaste o la sentiste
en la realidad.
Reúne los conocimientos en forma
de hechos (información semántica como concepto, ideas y teorías).
Con estos incorpora nuevos circuitos y conexiones sinápticas.
Tras aplicar los conocimientos
adquiridos crea una nueva experiencia, formando estructuras de redes
neuronales. Éstas reforzarán los circuitos con los que aprendes
intelectualmente.
Los conocimientos son para la
mente.
Todos los conocimientos y
palabras son los precursores de las experiencias, tu neocorteza es capaz de
procesar las ideas potenciales que nunca
has experimentado, para que las apliques en el futuro.
Cuando tienes nuevos
pensamientos, inician los cambios de conductas que te llevan a hacer algo
distinto. Así estarás preparado para la ocasión, gracias a ello lograrás nuevos
resultados. Al alterar tus actos, conductas y rutinas ocurrirá algo diferente
de los habitual, generando nuevas experiencias y situaciones en tu vida.
Una nueva situación genera nuevas
emociones. Al vivir esta nueva experiencia tus sentidos le envían a la
neocorteza la información del entorno, es cuando tus redes neuronales se
organizan, sincronizan y registran el acontecimiento. Estas experiencias
enriquecen más a tu cerebro que el conocimiento adquirido.
Como respuesta a esta nueva
experiencia, tus redes de neuronas se activan y tu cerebro emocional (límbico) produce y secreta sustancias químicas, creando una
huella que refleja las emociones que viviste.
Tus emociones son producto de las
nuevas experiencias. Cuando las vives, envías señales a tu cuerpo para que almacene
eses episodio químicamente,
así encarnarás lo que estás aprendiendo.
Este proceso límbico registra tus
experiencias a largo plazo, recordándote lo que sentiste emocionalmente cuando
ocurrió.
Cada quien está marcado,
especialmente por las experiencias con gran carga emocional. Quienes se han
comprometido pueden dar con lujo de detalle en dónde se encontraban " Era la
única mes al centro de un gran jardín, iluminada por la luna llena y una velas.
Tras hincar una rodilla le declaró su amor y brindaron por su unión con su vino
blanco favorito".
Un instante distinto de lo
habitual generó un equilibrio químico que su yo memorizó por lo que oyeron, vieron
y sintieron. Despertaron de su rutina habitual. Los estímulos del entorno
bombardean al cerebro, le hacen pensar, sentir, ver y vivir diferente.
Una caricia es la experiencia que
enciende las emociones en tu cerebro.
Acaricia a tu pareja, familiares y amigos con experiencias
encantadoras; estimula y conquista sus emociones y sentimientos compartiéndoles
una bebida, los sabores de la comida, buenas lecturas y música, viajes mágicos
y experiencias de atención inolvidables. Aprovecha el tiempo, si lo dejas de
usar lo desperdicias.
Un Ser Consciente crea experiencias
para transformar la vida quienes le rodean.