viernes, 30 de mayo de 2014

Tiempo de Despertar, meditación

Tiempo de despertar, meditación, por el "Gran Lama de Altai"
Escucha meditante, el canto celestial, el coro de ángeles, que entonan melodías, que anuncian, un  nuevo día, el amanecer de una nueva era, participan el despertar del sueño milenario de las consciencias dormidas.
Escucha el canto, el indica el nuevo tiempo, tiempo de renacer, tiempo de vivir, tiempo de abandonar la oscuridad, tiempo de entrar en la luz.
Ya es el tiempo, el canto así lo indica, el coro de ángeles glorifican al señor, dando gracias de entrar en la nueva era, en la edad de oro del nuevo mundo, el mundo que renace de sus cenizas, en incólume, para dar cavidad, a la nueva generación, a los que han despertado del sueño de la inconsciencia, e inician a estar consciente de ser, hijos de Dios,  hijos de la luz, engendrado en el amor divino, del padre y madre cósmica, consecuencia del amor de Dios, es la creatura que hoy despierta en cada uno de los que medita, en cada uno de los que esperan ver su cuerpo transparente, despojándose de todo, el ego cae, como una túnica raída, y deja al meditante libre, en su cuerpo de luz, transparente, en ascenso a estratos superiores de consciencia, eleva tu cuerpo transparente y tu consciencia se abre, al conocimiento ascentral de lo que es y seguirá siendo eterno, incólume, invariable, en el cosmos entero, es decir de los que es la verdad, en planos y dimensiones, alejada de la mentira que es le oscuridad, e aquí que el que vive, en la verdad, está en la luz, el que elije permanecer, en la mentira de lo temporal, vive en tiniebla, en angustia y dolor, en desesperación e incertidumbre, el que sale, libre del ego, en transparencia, hacia la luz, no tema, no duda, es uno con el padre, es feliz, pues estás en luz, en el saber,  en el amar y ser amado por el padre, por la madre del cosmos, que te protege como su hijo unigénito, y te llena de amor de maternal, está en salud, pues  el cuerpo transparente es perfecto, nada le molesta , nada te duele, estás inmerso, en la fuerza interior, porque la pasiones y emociones, han quedado allá, impregnando la túnica raída y miserable, que quedo lejos, en la oscuridad, en las tinieblas, en el tiempo del dolor, en el tiempo de la desesperación,  en el tiempo de la muerte y desolación.
Si hijos míos, la muerte de la esperanza, da paso al saber, al saber que hay redención, que hay, un cielo abierto aguardando, a todo aquel, que medita, que se esfuerza en sintonizar su consciencia con la consciencia del hacedor, el padre eterno y la madre cósmica dicen, entrad, por la puerta de la luz, puertas de luz que en el cielo hay miles, elige tu por cual deseas entrar, la puerta de la humildad, está abierta de par en par, la puerta de la armonía, es un gran portal, la puerta del amor, parece no tener fin, da cabida a todo aquel, sin pedir en cambio nada, solo que la vibración, que emane de le esencia de tu corazón sea de amor, de amor a todo lo que es vida, a todo ser humano, sin importar su comportamiento o forma de pensar, a todo el mundo, malos y buenos, depravados e iluminados, aquel que ama, no hace distingo, en su corazón no cabe más que la flama de amor de Krishna, que emana a través de todos y fluye por cada uno de tus poros, no critica jamás, no juzga a cosa alguna, ni decisiones o ni intenciones, simplemente observa y sabe, pues que la verdad está en él, no habla de maldad, ni de crisis, no se angustia, está atento, vibrando en amor, en armonía, en fuerza interior, en consciencia Crística, y la luz del Padre le inunda, y un arco iris, de luz brillante, forma la sangre que corre por sus venas y todo en ti es amor, eres, un ser resplandeciente, en el algoritmo de la magia, en el punto del éxtasis, en donde alfa y omega se convierten en esencia y de esencia divina está impregnado aquel, que en su cuerpo, deja correr por sus venas el arco iris de luz, el torrente de vida, de vida celestial, vida infinita, infinitamente bella, es el espectáculo, de ver a todo aquel que en amor decide entrar, a la luz, por la gran puerta del amor en Cristo, de la luz de Buda, del amor infinito del eterno Krishna....., el padre eterno sonríe, y los ángeles, salen tu encuentro y de todos lo que meditan y desean y deciden dejar la oscuridad, dejar de hablar y de pensar en dolor, incertidumbre, angustia, desesperación o desolación, pues en verdad, el que sabe y ha sentido a Dios en él, no teme jamás, porque nada malo abra de ocurrirle, nada atentara contra aquel que en la luz vibra, como un arcoíris luminoso, haciendo que su cuerpo, sea eterno, así se eleva, y deja las tinieblas, se alejan de la oscuridad, y decide el camino de la luz, de todo aquel que medita está invitado, pues de él es el mundo nuevo, por el a nacido el nuevo mundo, y está, en el tiempo justo, en donde todo lo humano, lo negro, lo doloroso, es transmutable, por el amor de Dios, y así hijos míos, en la media, en las  miles y quizás millones de seres humanos deciden, renacer de las cenizas de un mundo que muere, que desaparece, en la desolación, haréis que aparezca, el mundo de luz, de esperanza, de júbilo y de vida, de abundancia, de salud, de fuerza interior, y de armonía, en todo lo que vive, en todo lo que existe, de vosotros, ya es el tiempo de renacer de las cenizas, en vosotros esta la decisión, dejad, el ego, el cuerpo humano, la personalidad,  demacrada y empobrecida,  salid a la consciencia renovada, dejando, la túnica de harapos y vistiendo desde el interno las luces arcoíris, de la sangre nueva, del hombre nuevo que nace en cada meditante, de la nueva mujer, que toma forma perfecta y preciosa, moldeada en luz de la conciencia de lo eterno, de la sabiduría, y de la justicia; el joven, el niño está en luz, no permitamos que entren en ellos, nubes de dudas de desolación o angustia, están en la luz, protejámoslos, de cualquier, sombra que se acerque, que su mente no se dañe, que su espíritu no tiemble, que la luz no le abandone, seamos fuerte, para que la luz permanezca, mantengamos en trabajo interior, día a día, sembremos semillas de luz, en todo sitio, en todo espacios, vibremos, como entidades, multicolores, haciendo que el arcoíris de luz divina, fluya por venas y arterias, seamos uno, con la nueva, era, de armonía y amor, visualicemos al planeta llenos de luz, y ello hará, que la transformación ocurra, con la semillas de luz, apartemos las zonas de oscuridad y esto hará, que la transformación se dé, sin tanto dolor, sin tanto sufrimiento, mas es necesario, que el trabajo, se potencialice, no a ciento ni a miles, sino a millones de personas, que meditan y desean, que el cambio ocurran, que las puertas dimensionales, sean tantas y tan grandes, que no exista rincón en el planeta, en donde la oscuridad se oculte, vamos al fondo del mar y desde el fondo del mar, sembremos luz, en todo los puntos, y la luz desde el fondo de los mares, ira emergiendo gradualmente, constantemente, incesantemente, vallamos, a las grutas y cavernas, en el fondo de los mares, iluminemolo todo, la luz divina, tiene esa fuerza, en cada semilla tenéis la fuerza del sol, sembrad sin descanso, la luz hará el milagro, la luz rosa en amor, la luz verde es salud, la luz azul es verdad, sembrad, sembrad , semillas, de arcoíris, que habrán de floreced en torrentes de luz, sembrad la tierra, sembrad el aire, sembrad los mares, cubrid el planeta, con millones de millones de semillas de luz, y la oscuridad quedara, desintegrada, inexistente, y con ella el dolor y la desolación, haced esto, a diario, hasta que el cambio se dé ...., Sun Tain.

El Gran Lama de Altái entre vosotros

jueves, 22 de mayo de 2014

Consciencia Crística, 2da parte

Consciencia Crística 2da parte, apuntes  del libro la 2da venida de Cristo por Paramahansa Yogananda.
A la luz de este entendimiento y sean las circunstancias que atravesemos en este mundo, sentimos nuestra conexión con el Espíritu Universal y percibimos que la vasta Inteligencia del Ser Absoluto, opera en todas las relatividades de la naturaleza.
Todo aquel que crea en esa inteligencia (el Cristo) y se concentre en ella en vez de enfocarse en sus productos (las creaciones externas) encontrara la redención.
Pensar que el Señor condena a los no creyentes como pecadores, es una incongruencia. Dado que quien mora en todos los seres, es el Señor mismo, la condenación sería algo totalmente contraproducente. Dios jamás castiga al hombre por no creer en Él; es el hombre quien se castiga a sí mismo.      Si uno no cree en la dinamo (maquina destinada a crear electricidad) y corta los cables que conecta su casa a esa fuente de energía, se privará de las ventajas que le brinda la electricidad. De modo similar, ignorar la inteligencia que se halla omnipresente en la creación entera, es negar a la conciencia, su vinculo con la fuente de la sabiduría y el amor divinos que ponen en movimiento el proceso de ascensión.
El reconocimiento de la inmanencia (unidad de forma inseparable) de Dios, puede comenzar de un modo tan simple, como los es la expansión de nuestro amor, a fin de abarcar un circulo cada vez más amplio
El proceso de expansión es parte inherente de la evolución de la naturaleza y del hombre, en su camino de regreso hacia Dios.
Aquel que se desvincula de la felicidad y el bienestar de los demás, se ha condenado ya a la sí mismo, queda aislado de la divinidad que impregna todas las Almas, puesto que quien "no" se expande en el amor y el servicio a Dios, que se hace a través del amor y servicio al prójimo, desprecia el poder redentor de la conexión con la universalidad de la consciencia crística.
Todos los seres humanos están dotados del poder de hacer el bien; si no utiliza esta cualidad, su nivel de evolución espiritual es apenas superior al egoísmo instintivo de los animales.
El amor puro de los corazones humanos, irradia su amor, mismo que se expande paulatinamente, abarcando a todos los seres humanos, esto hará que la consciencia del hombre se sintonice con la Consciencia Crística.
Sólo Dios, en la forma del Cristo Omnipresente, es el responsable de todas las experiencias de la vida, muchas veces la apariencia caótica cuando se manifiesta en los conflictos y las contradicciones, han sido creadas por la inteligencia de Dios no para engañar a los seres humanos ni causarle infortunio, sino con el propósito de alentarlos a buscar el infinito del cual surgio. Aquel que no mira las partes sino el conjunto puede discernir cuál es el objetivo de la creación: avanzar inexorablemente, sin excepciones, hacia la salvación universal. Todos los ríos fluyen hacia el océano, y los ríos de nuestras vidas fluyen hacia Dios.
A eso se refirió Jesús por "condenación"; al separarse de Dios, el ser humano apegado al cuerpo se condena a sí mismo; para obtener la salvación, debe volver a percibir su inseparable unidad con la Inmanencia Divina.
La creencia es una primera etapa del progreso espiritual necesaria para dar acogida al concepto de Dios. Sin embargo, este concepto debe transformarse en convicción y en experiencia.
La creencia es precursora de la convicción: es preciso  creer en la posibilidad de algo para investigarlo imparcialmente.
Pero si nos damos  por satisfecho tan sólo con las creencias, éstas se convierten en dogma - estrechez mental -, lo cual obstaculiza la búsqueda de la verdad y el progreso espiritual.
Hay que cultivar en la tierra de la creencia los frutos de la experiencia directa de Dios y del contacto con Él.

Es este conocimiento incontrovertible y no la mera creencia lo que brinda la síntoma con la consciencia Crística.

miércoles, 14 de mayo de 2014

Consciencia Crística 1ra parte

CONSCIENCIA CRÍSTICA... apuntes del libro 2da venida de Cristo por Paramahansa Yogananda
-El Alma contiene a la consciencia.
-La consciencia hay que desarrollarla, hasta volverse uno nuestro Ser.
-El Alma libera la consciencia de la materia y la sintoniza  con la Conciencia     Crística, para que se puede manifestar en nosotros.
-La Consciencia Crística, el único reflejo de Dios Padre dentro de la creación.
-Jesús señalo que todas las Almas que eleven su consciencia física (la  consciencia del hijo del hombre) hasta alcanzar la sintonía con la Consciencia Crística y luego se unifique con ella, entonces conocerá la vida eterna.
-Y quien no se identifique con la Conciencia Crística, están condenados a vivir y pensar como agobiados mortales, circunscritos a las limitaciones sensoriales, porque esencialmente se han desunido del Eterno Principio de la vida.
-La Consciencia Crística es el mediador o vínculo exclusivo entre Dios padre o Dios Madre y la materia.
- Todos los individuos pueden liberar su consciencia cautiva en la materia y sumergirla en la vastedad de la Omnipresencia, al sintonizarse con la Consciencia Crística.
«Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él»
En este versículo, «mundo- significa la creación de Dios en su conjunto.
               Al reflejar su Inteligencia en la creación (lo cual hizo posible un cosmos estructurado), el propósito del Señor no fue diseñar una prisión de finitud en la que las almas quedaran confinadas, lo quisieran o no, como participantes de un proceso evolutivo del sufrimiento y dolor, sino volverse accesible como una Fuerza impulsora, que instase al mundo a pasar de la manifestación material oscurecida por la ignorancia, a la manifestación espiritual iluminada.
               Debemos saber que fue la vibratoria manifestación creativa de la Inteligencia Universal (Dios creador)  quien ha dado origen a la miríada de atracciones, las cuales mantienen al ser humano constantemente alejado de su espiritualidad e inmerso en la vida material, dándole la espalda al Amor Universal ante los fatuos encantos de la vida humana.
               No obstante, la percepción del Absoluto (El Ser), que está más allá de la creación, se encuentra íntimamente cercana, merced a la intermediación de su Inteligencia (Consciencia Crística) reflejada en todo lo creado.
               A través de ese contacto, el devoto comprende que Dios ha enviado a la Consciencia Crística (su Hijo unigénito), para que la consciencia humana que se consolide con ella y  regresa así a su casa de vida, a continuar su evolución suprahumana.

               La Consciencia Crística, es una fuerza impulsadora, que insta al mundo (creación) a pasar de la manifestaciones material oscurecida por la ignorancia a la manifestación espiritual iluminada.